Lobo

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"Este es el man que escribe esta joda"

viernes, 13 de mayo de 2011

Año 1976 - 2011 - Conformismo

Antes de apretar mi puño, erigirlo al cielo y escupir cuanto improperio me nazca a diestra y siniestra contra todo lo que conocemos como directivas del CISF, me propongo - y le propongo - más bien que en vez de aullarle a la luna amigo/a santafenauta, nos tomemos algo de nuestro valioso tiempo y le dediquemos una ojeadita y quemadita de cerebro al siguiente artículo escrito por la Psicóloga Vázquez y que sí somos juiciosos(?) en su lectura y comprensión, podremos obtener casi todas las respuestas - qué cómo santafereños nos preguntamos hasta el hastío - del porque nuestro amado equipo hace 35 HIJUEPUTAS AÑOS no puede ser capaz de salir campeón.

Falta de trabajo?, falta de directivas?, falta de capital?, falta de aliento?, falta de liderazgo?, falta de honestidad?, falta de equipo?, falta de jugadores?, falta de técnica?, falta de jerarquía?, falta de visión?, falta de valor?, falta de unión?, falta de hombría?, falta de pagos?, falta de interés?, falta de salud mental y emocional?, falta de suerte?, falta de prestigio?, falta de ánimo?, falta de virtudes?, falta de inteligencia?,  falta de orgullo?, falta de amor?, falta de fe?, falta de Dios?.....

No, no y no amigo/a santafereño/a, no es solo la falta - importante - de todo esto lo que nos tiene jodidos, lo que en verdad nos tiene jodidos a nosotros como hinchas, al equipo como grupo y al monagüillo como símbolo, es el gran - y maldito - conformismo en el que caímos - todos, sin excepción alguna - hace ya tanto tiempo.

Que no me entiende, que me la fume morada, que este "pirobo" ya comenzo de nuevo.....pues le digo una cosa y solo una cosa descerebrado: pregúntese e infórmese antes de actuar, pregúntese e infórmese antes de argumentar, pregúntese e infórmese antes de planear pero ante todo, pregúntese e infórmese antes de creer y aún así siga preguntándose e informándose pues de eso se trata la vida, gonorrea(?).

Euforia aparte(?), lea lo siguiente y entenderá lo que digo. 

En los grupos sociales ocurren muchos procesos destacándose los de socialización, creación de normas, presión hacia la obediencia y la conformidad, presión a cierto nivel básico de homogeneidad, el establecimiento de mecanismos de solidaridad, cooperación o competencia así como el establecimiento de categorías y clases sociales, entre muchos otros.

Dos procesos sociales serán atendidos: la presión hacia la obediencia y la presión hacia la conformidad. Suponen, en su descripción, que los miembros de un grupo social deben ceder cierto nivel de derechos personales para que prevalezcan otros de naturaleza grupal. En ello se manifiesta la tradicional controversia dicotómica del "individuo versus el grupo social" pues los beneficios de la mayoría deben ir sobre-impuestos a los personales. Ambos conceptos, obediencia y conformidad social, sugieren un nivel intrínseco de conflicto inevitable entre el individuo y su sociedad, aún en su grado más mínimo, pues establecen "ipso-facto" que ser miembro de cualquier grupo social humano conlleva cierto nivel explícito de subordinación y acatamiento a las normas establecidas que pueden, o no, ser voluntariamente escogidas.

Presume, además, que los beneficios del colectivo satisfacen en igual medida a todos los miembros del grupo, lo cual no necesariamente es cierto. Muchas veces la obediencia se manifiesta como conducta y actitud de conformismo; otras veces ocurre como reacción a mecanismos más complejos de la estructura social como son la marginación, la estratificación en clases y la presión social. La conformidad de los miembros no siempre garantiza que el grupo social retribuya su sacrificio personal con beneficios reales, lo cual incrementa la tensión entre individuo y sociedad. Aunque obedecer y conformarse son muchas veces usados como sinónimos no se refieren a un mismo proceso.

De otra parte, ha existido la idea de que los grupos sociales dominan la mente individual convirtiendo al ser humano en un ente pasivo, casi monigote, ausente de sus propias ideas, controles e iniciativa a favor de una mente grupal o colectiva. Esa presunción postula subordinación "automatizada" del individuo al dominio del grupo.

Varias teorías y estudios clásicos, - Psicología Social y Sociología - han sugerido que el ser humano es tan conforme y maleable que pareciera desaparecer como entidad individual para ser absorbido por la otra identidad, la societal. Además, la continuidad, la autoconciencia, la interacción, las tradiciones, las costumbres hacen que surja "el espíritu grupal" que a su vez crea "la mente grupal". En ambas, el individuo queda a merced de esas fuerzas sociales, para bien o para mal.

Vivir en sociedad, sin embargo, es indispensable e inevitable. Es así como cada grupo establece sus mecanismos, procesos y controles sociales hacia el individuo que inician en la socialización primaria. En esta, el aprendizaje sobre la obediencia y el conformismo pueden llegar a ser exigencias muy altas. Considerarlos como valores y virtudes conlleva ser reforzados por instituciones como la familia y las organizaciones sociales.

No se nace conforme ni obediente, sin embargo ambas son conductas actitudinalmente aprendidas. Dependen, fundamentalmente, del estilo de crianza al que son expuestas las personas. En nuestras culturas latinoamericanas, por ejemplo, los adultos tienden a criar con actitudes de sobre-protección fomentando el desarrollo de personalidades de mucha dependencia emocional y mucha conformidad como virtud de "buen hijo/a". La conducta social que se espera de los miembros de un grupo va dirigida hacia las cosas que "debe hacer todo el mundo". 

Se enseña desde la infancia que obedecer es una forma positiva de conducta. Esto significa que muy temprano en el desarrollo se aprende la conveniencia de acatar valores, tradiciones, costumbres, hábitos y conducta mediante la obediencia de normas y guías sociales. También se refuerza la actitud de aceptar o conformarse con cierto orden social, a veces llamado universal y "natural". Es muy poco probable, pues, que no se enseñe a obedecer; en algunos casos querrá decir sumisión obediente. Se presume que no hacerlo sería fomentar problemas de adaptación al grupo y al orden social.

De otra parte, no es la familia la única institución que fomenta la conformidad, sino que también "una fuerte presión hacia la conformidad interna es una parte integral de la vida organizacional" lo cual es premiado como virtud del/la buen/a empleado/a. Se reconoce que llevado a extremos puede generar problemas de incompetencia generalizada laboral, pero aún así se estimula.

"Uno de los deberes de los dirigentes del sistema es de canalizar esta presión hacia el conformismo en lo que es competente y productivo, volteándola de lo que es inapropiado y obstaculizador. El grado al cual todos los miembros del sistema, desde los más altos funcionarios hasta los más subordinados, se involucran en este proceso de canalización de las tendencias conformistas en lo que conviene al sistema, provee un buen índice de la probabilidad de la existencia de la incompetencia dentro de la organización".

Comencemos, pues, con las definiciones y conceptualizaciones que han sido realizadas sobre el conformismo social.

La conformidad tiene diversidad de definiciones en los diccionarios. Lo mismo puede ser sinónimo de adecuacidad que de similitudes; simetría o proporción entre las partes que componen un todo; adhesión total de una persona a otra; tolerancia y sufrimiento en las adversidades; consentimiento; resignación; sufrimiento; paciencia. Puede ser definido como el grado en que los miembros de un grupo cambian sus puntos de vista y actitudes a favor de los del grupo, por vía inconsciente o por presión de grupo.

Conformidad puede ser definida como una conducta aprendida en relaciones entre dos personas, donde una sume el rol de controlador/a de la relación, en tanto que la otra persona asume el rol de controlado/a. En esta definición se describe una forma de mantener relaciones donde la conformidad, la pasividad, la complacencia y la falta de afirmatividad propia son las formas positivas para fomentar la dependencia en algunos individuos, una forma muy eficaz de sostener un orden social de distribución asimétrica del poder.

Deutsch y Gerard (1955), definieron conformidad como el resultado superficial, estratégico y temporal de la necesidad de aceptación del grupo, ya que se busca no ser excluido o rechazado modificando opiniones y conductas solo en la medida en que se necesita funcionar en un acuerdo común con el grupo.

"...la tendencia a llegar a un acuerdo con el grupo es una exigencia dinámica de la situación. Se funda principalmente en una concepción clara y razonable de las condiciones: cada cual supone que ve lo que los otros ven. Partiendo de ahí, todo individuo espera aproximarse al grupo. Este esfuerzo, lejos de tener su origen en una tendencia ciega a la imitación, es producto de exigencias objetivas"- Asch, 1952.

La conformidad social es, resumiendo, un cambio de conducta que ocurre posterior a alguna forma de presión verbal o no-verbal ejercida por el grupo de forma real o imaginaria para el sujeto. No debe confundirse con complacencia, que es un cambio de conducta como resultado de una petición directa, ni tampoco debe ser usado como sinónimo de obediencia que es un cambio de conducta que surge como resultado a la presión que ejerce alguna figura de autoridad.

¿Por qué se estudia la conformidad? Es una forma de conducta que se manifiesta no solo como un rasgo intra-personal sino también en grupo. Es, además, una forma de evaluar la influencia social ya que la conformidad es un ajuste adaptativo que hace el individuo ante alguna forma de presión, percibida o real, del grupo. Sobre todo, se debe estudiar la conformidad, porque forma parte del repertorio de respuestas que ocurren en la interacción social cuyas consecuencias permite, sostiene y perpetúa la asimetría de relaciones de poder.

Las dificultades principales de muchas de las concepciones sobre el conformismo radican en la diversidad de definiciones sobre el proceso de la conformidad social así como la confusa equivalencia entre conformismo, facilitación social, influencia social, y obediencia. La segunda dificultad y crítica es relativa al concepto que nos presentan de ser humano, uno que no es sino un objeto-sujeto de la presión de los demás.

Una nueva pedagogía liberadora debe ayudar a re-conceptualizar esquemas teóricos mecánicos que solo sirven para mantener el estado tradicional y desigual de las cosas. Estas deben partir del reconocimiento de que en el ser humano existen (a) diferentes cogniciones, diferentes formas de conocer, de construir conocimientos, de producir y legitimar concimientos; (b) comportamientos que alteran la neutralidad de las interacciones tradicionales quebrando los dispositivos de control y desequilibrando las relaciones de fuerza y poder establecidas; y (c) un papel activo en el ser humano en cuanto a sus representaciones, los constructos simbólicos, y los imaginarios. (Ghiso, 1998)

Particularmente importante, en la Psicología Social tradicional, resulta el estudio sobre conformismo de Salomón Asch (1958) en el cuál encontró que hasta un 75% de los sujetos podían dar intencionalmente respuestas equivocadas para coincidir con las respuestas de otras personas. Su estudio confirma la hipótesis de que la necesidad por la aprobación social es de tal magnitud que las personas ceden sus verdaderas opiniones - aún a conciencia de que están diciendo un error o un disparate - para pertenecer y no ser rechazados socialmente.

Interesante también es la teoría elaborada por David Riessman (1950) donde categorizaba las reacciones al conformismo en tres tipos: las personas dirigidas desde la tradición, las personas dirigidas desde la conciencia moral, y las dirigidas desde los otros. La primera categoría describe a un ser humano totalmente controlado por las creencias y costumbres de su sociedad que bajo presión social determinan su conducta. La segunda categoría sostiene que se internalizan los ideales morales en la familia que luego funcionan como mecanismos de presión hacia la obediencia. La tercera categoría establece que la reacción de los demás (la reputación, el chisme, la percepción social, la imagen) hacen que nuestra conducta tienda a ser una de complacencia en la que se persigue impresionar bien a los demás.

Herbert Kelman (1972) establece tres formas, o sub-tipos de conformidad: complacencia (conformarse públicamente pero conservando en privado las ideas propias), identificación (conformarse, en público y privado, mientras se es miembro de un grupo, pero no cuando se deja al grupo) e internalización (conformarse pública y privadamente, tanto cuando se es miembro de un grupo como cuando se deja el grupo).

La literatura de la segunda mitad del Siglo XX y principios del Nuevo Milenio nos reporta otros estudios, teorías y conceptualizaciones sobre conformismo social, particularmente en América Latina. La Psicología de Ignacio Martín-Baró (1985), desde El Salvador, nos identifica como meta de la Social la necesidad de ayudar a desmitificar las visiones tradicionales y explotadoras sobre el conformismo social y otros procesos sociales.

La conciencia se transforma, histórica y dialécticamente, por lo que no es correcto asumir que el ser humano responde mecánicamente a conductas acondicionadas. Con este tipo de enfoque no reconocemos el valor intrínseco y activo de la mente humana. Para entender bien el fenómeno del conformismo entonces hay que entender y estudiar el efecto de la ideología que afecta e infunde actitudes conformistas no solo al pueblo sino también al científico social.

De forma similar nos dice Maritza Montero:

"Es la presencia de la ideología la que permite que una joven mujer, con cinco hijos menores de 7 años, que vive en una humildísima vivienda, construida con materiales de desecho, colgando de un cerro (de caracas), de reducidas dimensiones; desprovista de casi todo lo esencial, responda a una pregunta sobre cuales son las condiciones de su barrio, y después de pensarlo bastante, responda diciendo que no los hay, que todo esta bien como está, pues tiene un techo bajo el cual cobijarse y su marido esta trabajando. Todo esta bien, perfecto? (Montero, M., 1980/1991").

Es un reto para la psicología social estudiar las viejas y nuevas formas de conformismo, puesto que con cada época histórica se hace necesario revisar las diversas manifestaciones de un evento de conducta. Moscovici (1985) decía que existen tres formas de reacción a la influencia social: (a) el conformismo, (b) la normalización, y (c) la internalización. El conformismo es "la aceptación de una norma dominante", en tanto que la normalización es "una presión ejercida recíprocamente, que se traduce en una norma de juicio aceptable para todos" y la internalización se refiere a "influencia impulsada por un individuo o una minoría cuyo resultado consiste en crear nuevas ideas, modos de pensar o comportarse, o bien modificar ideas recibidas, actitudes tradicionales, antiguos modos de pensar y actuar",.

En todo grupo social existe el cambio, pero sociológica y antropológicamente podemos observar como, de forma muy paradójica, los grupos sociales tratan de evitar, minimizar, controlar y castigar los cambios sociales. Fomentar el conformismo es una constante en toda sociedad porque su función es eliminar, precisamente, posiciones desviadas que puedan amenazar la estabilidad, la cohesión, la seguridad y la homogeneidad del grupo.

Se observa que aquellos grupos que son más conformes muestran menos actitudes hacia la crítica, mayor resistencia al cambio social, y mayor uniformidad de opiniones afectando muchas veces la creatividad tan necesaria en la búsqueda de soluciones a problemas.

No todos los miembros de un grupo social se conforman en un mismo grado. Algunos muestran una aceptación pública aunque mantienen sus propios criterios y su desacuerdo en privado solo para minimizar o evitar el conflicto que supone el desacuerdo. A esto se le ha llamado "conformismo simulado" y comparte algunos elementos de conducta con lo que Freire llamaba "la ideología del silencio" pues ambos dejan una impresión pública distinta a lo que en privado las personas piensan.

Otros pueden asumir formas de conformismo abierto ante situaciones sociales, como el empleo y el estudio, donde la frustración, entre jóvenes de diversos países, ha llegado a tantos extremos que parecen haber optado por no trabajar ni estudiar, desapareciendo en ellos el "vínculo educativo y laboral".

También puede ocurrir que una minoría comience a romper con la conformidad, la complacencia y la sumisión, mediante procesos de actividad cognitiva analítica que dé inicios a innovaciones que pueden comenzar a ejercer presión sobre la mayoría conforme. En esta reacción está la semilla del cambio social.

No obstante, no todo cambio social se aleja del conformismo sino que a veces cambia hacia nuevas formas de manifestación del mismo fenómeno. Por ejemplo, vivimos en una época donde se describe al ser humano como uno activo que toma decisiones, pero a la vez, donde todo se dirige hacia el valor de una cultura de lo liviano. Esta nueva mercadeada actitud aplica tanto a productos y objetos como a la actitud que puede asumirse ante la educación, las relaciones sociales, las ciencias y la visión general de mundo convirtiéndose en un estilo, o prototipo, de vida en algunas sociedades.

"El mundo light siempre ha existido, pero nunca alcanzó las magnitudes presentes en un desarrollo que permite ver su imparable crecimiento a niveles todavía mayores.

Ahora todo tiende a ser leve y liviano, pero ya no visto como criticable o superficial sino como valioso, digno y necesario, como un avance de lo moderno que permite estar y vivir mejor o con menos problemas. Lo light aparece en todo, y muchas veces con títulos y anuncios que lo destacan: en alimentos y bebidas, en literatura (los llamados best-sellers, pero no en los títulos que alcanzan gran difusión y tienen calidad, sino en la hecha intencionalmente con tal fin, absolutamente dominante en publicaciones periódicas), en la también absolutamente dominante programación radial, televisiva y cinematográfica 7, etc.". 

La estratificación social también mantiene y fomenta el conformismo mediante la enseñanza de valores familiares que responden a la ideología de clases, como vemos en la siguiente descripción:

"Los niños de clase media y alta poseen una mayor racionalidad; su formación se realiza de un modo lógico, coherente y orientado hacia metas valiosas. Todas las decisiones que se toman, al respecto, se inspiran en fines a largo plazo. Los medios utilizados incluyen un conjunto explícito de objetivos y de valores, así como un repertorio estable de recompensas y castigos, (auxiliares). Ello implica que estos niños sean capaces de proponerse fines a largo plazo, imponerse objetivos y sacrificios para conseguirlos. Por último, se les enseña a dominar sus sentimientos (sublimación e inhibición de tendencias instintivas)... Otras investigaciones aportaron aspectos cualitativos. Unas revelaban que los niños de clase social baja tienen menos verbalización; otras apuntaban hacia la menor solicitud de estos niños hacia la actividad mental inteligente.

En este sentido la democracia en el hogar y la responsabilidad individual (óptimas en la clase media) parecen estimular el progreso intelectual y el aprendizaje. Por el contrario, el conformismo y la sujeción forzada (típica en la clase social inferior) llevarían a la pasividad intelectual".

Angie Vázquez Rosado
Psicóloga Clínica, M.S

4 comentarios:

  1. Lobo, la verdad el escrito de la Dra Angie es muy profundo y uno se mama a la mitad. Pero bacana su intenciòn.
    Pero, si señor, usted tiene la razòn. Un CONFORMISMO que ya parece enfermedad.
    Grave, gravìsimo porque me dà miedo que dentro de unos dos o tres años, ese conformismo se transforme en resignaciòn (lo que siente cualquier humano antes de algo parecido a la muerte), Y QUE DESPUÈS DE ESA RESIGNACIÒN, aparezca lo que me dà pavor, terror. Y es la TOLERANCIA a lo que se presente. A lo que llegue.

    mauro rojo

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  2. Y mire bien còmo nos trabajan mi querido Lobo.
    De un lado; que el señor Ramirez ya casi llega a salvarnos; la verdad ese señor lleva como 10 años en la misma. Y nada de nada.
    Por el otro lado, que la famosa propuesta del señor Ramirez no ha llegado.

    Y entonces, ahì despacito nos van llevando. Pasito a paso. Inflando globos, hechando humo y tirandonos migajas.

    Ya en otros reconocidos blogs, apuntan las esperanzas DIZQUE AL PRÒXIMO CAMPEONATO. Se basan en los nuevos jugadores y en una o dos VERDADERAS CONTRATACIONES DE PESO, que llegaran a la instituciòn.

    Lobo, tengo el presentimiento de que todos los directivos y aportantes y acreedores se van a pegar de la nueva ley que aprobò el presidente y se van a perpetuar. Ojalà lo de Colpatria, Compensar, Alpina, sea verdad, y alguna de èstas empresas nos tome y nos arrope.

    mauro rojo

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  3. pues nosotros que somos los que no tragamos entero tenemos la responsabilidad de continuar siendo el grupo que por lo menos expresa el inconformismo, mientras tanto sin tener un poder real seguimos dependiendo de lo que una camada de muchachos de las inferiores hagan por nosotros, porque de ahi para arriba no hay es nada, puro oportunista. mi papa que si esta en bogota me conto que vio una revista que salio que se distribuye en la guardia roja, bastante seria y con posicion politica definida, es decir que son unos potenciales aliados. alguno sabe de esto? en caso de que si me informan por favor. una cosa buena: hace rato no veia un campin tan amargo, 15000 calladitos e inmoviles, mientras la gran minoria hacia el lado sur cantaba y saltaba, que no digan que no les seguimos dando lecciones de aguante. celebran el empate, son de la B.


    sydvicius

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  4. Que tan cierto es que vendieron a Rodas y a Torres al Tolima??

    Albirojo85

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